Allí mismo me ofrecieron el número de la compañía de taxis Ark -la única que trabaja en Madang con unos pocos vehículos- para poder trasladarme con cierta seguridad al aeropuerto a las 4 de la mañana. Quien me cogió la llamada le pareció muy temprano esa hora para empezar a trabajar (!) así que tras un juego de números al final pude conseguir que me recogieran a la 4:30. Según me insistió la vendedora de billetes de la Cia. AirNiugini, debía presentarme dos horas antes para facturar. Hice caso de su aviso, aunque el aeropuerto tan sólo está a 8km. del centro, pero sabiendo que cualquier cosa puede suceder cada medio segundo... quedé con el taxista a esa hora para que me recogiera en el CWA. Como estoy es un país más que "IMPREVISIBLE" llamé por la noche nuevamente al teléfono de Ark para reconfirmar mi servicio. Esta vez quien me cogió el teléfono no sabía nada pero me aseguró que se lo recordaría a su socio que recibió el servicio del aeropuerto a mi nombre.
Pues el martes a la 4:45 no había aparecido nadie a recogerme. El silencio era absoluto en la calle y no se veía luces de ningún vehículo cerca. El vigilante del hostal sonriendo dijo que me tranquilizara, que era "Papua Time", es decir “tranqui que ya aparecerá”. Ya lo que me faltaba por oír. Seguro que cuando van al banco a buscar dinero no van a las tantas de la tarde, o de la noche, con su "Papua Time"!.
Así que volví a llamar, y sorpresa… el tipo estaba durmiendo!!!...y no se acordaba del servicio!!! Tras insistirle que debía presentarse urgentemente para recogerme, el individuo apareció a las 5 en el G.H. como si nada hubiera sucedido. Aunque pude llegar bien de tiempo a la Terminal lo más llamativo fue que media hora antes del vuelo, el Check In continuaba abierto y llegando algunos pasajeros a facturar. Me pareció otra absurda situación más de las que estoy viviendo en este país. Los pilotos y azafatas llegaron también 30min. antes de la hora de salida.
Observando detenidamente todo lo que sucedía a mi alrededor, me dio la impresión en ese momento que no saldríamos a la hora prevista, y mi nerviosismo aumentaba por momentos pensando lo que podría ocurrir si se retrasara la salida más de una hora. No quería perder la conexión de Port Moresbi con Islas Trobriands con la otra Cia., Arlines PNG, la única que vuela a Losuia, la capital de Isla Kiriwina. Bueno, esto no sería nada para lo que me esperaba este día.
Si he comprado mayoritariamente los billetes de avión a la Cia. Nacional Airniugini es porque tiene fama de ser la más puntual -de las cuatro que hay en este país-, y la más segura.
Pues cuando nos disponíamos a embarcar, subiendo las escalerillas del aparato, los motores se pararon. Todos se miraron extrañados. Continuamos subiendo al aparato y estuvimos esperando más de treinta minutos en cabina hasta que nos mandaron nuevamente descender a la sala de embarque. Al final pudimos volver a la nave y salir con un retraso de una hora y media... suficiente para que perdiera la conexión con el vuelo de Ailines PNG. Así que me encontré en el aeropuerto de Port Moresbi tirado esperando que Airniugini se preocupara por resolver mi situación. Hasta dentro de dos días no había otro vuelo hasta Kiriwina por lo que tendría que pasar dos noches en Port Moresbi, pero no pagado por mí sino por la compañía culpable de la pérdida de mis vuelos. Pues me costó cuatro malditas horas de tiras y aflojas, regateo y comercio hindú de mercadillo con una "mandada" de la manager -que no quería dar la cara -de esta compañía, una de las que más beneficios anual tiene en PNG..
Al principio no querían ni hacerse cargo de nada, pero como me vieron luchar por mis derechos como viajero aflojaron un poco. No me iba a quedar parado pero tampoco quería verme tirado sin nada y sin asistencia de nadie con poder para arreglar mi situación. Pues me querían mandar nuevamente a Madang para volver a repetir el intento a los dos días. Otra vez a las cuatro de la mañana?...NOOOO!!!, y menos en este más que imprevisible país.
La razón principal era que no querían pagarme las noches de hotel en Port Moresbi, así que la única opción que pude ver para no salir perdiendo era embarcar en el siguiente vuelo que ellos tenían hacia Alotau y allí esperar la salida de Airlines PNG a Kiriwina, pagado por ellos, claro. Al final aceptaron la propuesta pero con la condición que yo pagara el hotel en Alotau. Como tengo seguro de viaje y me cubre ciertos imprevistos, tuve que aceptar.
Cuando descendí del avión me dirigí hacia el manager de la compañía que había sido avisado de mi problema y debería hacerse cargo de mi traslado hacia la ciudad pero me hizo esperar tanto que terminé subiendo a una ranchera que un vecino, al verme ahí esperando, me ofreció traslado.
Aproveché para quedarme en Napatana Lodge, un clásico en Alotau entre los expatriados que trabajan en esta agradable pequeña ciudad y los turistas "millonetis" de inmersiones y yates que disfrutan de su fraternal bar de borrachos al estilo inglés (o australiano). Es caro, con cierto lujo y muy lejos de la realidad papuana. Nada que ver con la ciudad, una pequeña y sencilla localidad comercial donde abundan los supermercados, almacenes y los entrañables isleños haciendo sus necesarias compras para llevar de vuelta a su aldea o su isla en alguna de las tantísimas embarcaciones que se encuentran varadas en el pequeño muelle. Es un verdadero crisol de culturas: papuos, melanesios, polinesios y chinos.
Los nativos de las islas alejadas visitan Alotau de vez en cuando, por lo general en bote rápido o en uno de los barcos comerciales de madera fondeado, ya sea con los miembros de su clan en los pueblos cercanos, o a lo largo de las orillas del propio puerto.
Las carreteras no están en mal estado pero los vecinos que viven en la costa y en otras islas no tienen más remedio que navegar para poder alcanzar los mercados, supermercados o el Hospital. El transporte más popular es el PMV (Vehículo de Motor Pública), básicamente camiones de plancha plana provistos de asientos de madera a lo largo de los lados y cubierto con un toldo, seguido de guaguas pequeñas, minibuses y taxis.
Tener el aeropuerto Gurney bastante cerca, un puerto de aguas profundas capaz de maniobrar tanto embarcaciones de tamaño mediano como cargueros, ha llevado evidentemente a Alotau a convertirse en capital de la provincia de Milne Bay.
Su animado mercado que funciona de lunes a sábado, desde las 8:00am hasta las 5:00pm es una colosal aventura. Los horarios podrían variar ligeramente, pues se opera con el “Island Time” (abro o cierro cuando me da la gana). Se vende todo lo que un nativo pueda necesitar relacionado con la alimentación, pero debido a la falta de refrigeración, sólo se encuentra comida fresca, incluida una amplia variedad de mariscos y verduras exóticas. Es raro hallar carnes rojas como la de vaca pues aquí no se crían localmente, ni cabras ni ovejas. Ocasionalmente se puede encontrar pollo cocido o CusCus (una especie de marsupial, o comadreja, que vive en los árboles). No hay productos chinos baratos, ni juegos electrónicos, ni gafas de sol ni relojes, solamente lo que se puede comer. Al igual que es imposible encontrar aquí ninguna tienda vendiendo artefactos turísticos, más bien se podrá encontrar artículos de uso diario en la vida de pueblo.
Este es un lugar maravilloso para comenzar a sumergirse en la cultura local. Milne Bay tiene la reputación de ser uno de los lugares más seguros y amigables en el conjunto de PNG. y que a menudo se puede describir situaciones anecdóticas sucedidas con niños o adultos curiosos.
Hay 2 bancos con cajeros automáticos, oficinas de Air Niugini, Airlines PNG, Air Cargo TNT, mensajería de DHL, un par de farmacias, aunque los suministros de medicamentos a veces pueden no estar disponible y una agradable oficina de Información Turística. Los pequeños supermercados traen aquí los alimentos occidentales más comunes. Lamentablemente no hay establecimientos de buceo, aunque antes había una tienda en el Hotel Alotau International, pero no había suficientes turistas para mantenerla y por lo tanto la han cerrado. Y pienso que es una pena porque el buceo en esta zona es de clase mundial.
Es frecuente que alguien se acerque vendiendo algunas tallas de madera, muy posible de las Islas Trobriand pues son muy apreciadas entre los coleccionistas de arte de todo el mundo. Muchas de estas esculturas se encuentran a menudo en Alotau, en busca de un comprador que las sepa apreciar.
Poco más he podido hacer en Alotau. Me dirigí al puerto para localizar las embarcaciones que viajan hacia Isla Kiriwina porque quería regresar desde allí a Alotau en barco pero la línea regular que hacía esa ruta ha sido retirada debido a varios accidentes marítimos y las únicas que lo hacen ahora son pequeñas embarcaciones que llevan mercancía hacia las islas. Son poco fiables pues navegan llenas de mercancías hasta los topes y con mala mar suelen ser peligrosas. Así que la única opción que me quedó fue comprar un billete de vuelta en avión.
Mi intención al regresar de Islas Trobriands era pasar cuatro días en East Cape, un poblado de pescadores a 58Km. con alojamiento muy económico y buenas playas para bucear, pero me han roto el plan por la mitad. Regresaré a pasar los otros dos días que me quedan y luego volver a coger otro vuelo a Port Moresbi conectando luego con Wewak donde haré una noche para retomar otro avión a Vanimo, frontera con Papua Occidental, dos días antes de concluir el visado papuo, aunque cruzaré un día antes porque es el mercado de Batas y hay más transporte público hacia la frontera.