La única empresa que encontré goggleando por el ciberespacio fue Scubasigns Fundation asentada en la isla Ahe (Islas Harlem), en Ahe Dive Resort. Ofrecen todo-incluído (traslados, alojamiento, comidas y tres inmersiones al día por 875 € para una semana. Aparte, en época de paso de Tiburones-ballenas (Mayo-Septiembre), cobran 70€ por ir a verlas de cerca. También hacen incursiones en otras islas cercanas. Ni que decir que estos precios también, al igual que Raja Ampat, me hundirían en la miseria. Todo esto está bueno para los poderosos que vienen por un par de semanas “a darlo todo”, cómodamente.
Pasear por la
ciudad es encontrar tantos indonesios -o quizás más- como papues pues parece
que los primeros podrían ya casi estar superando en cantidad a los locales,
alentados por la política de transmigración que sigue realizando el gobierno
para atiborrar Papua de indonesios. Acudir al mercado es
encontrar a los papues, casi todos mujeres, tirados por los suelos vendiendo
sus frutas y hortalizas, y sus maridos esperando en cualquier esquina, reunidos
con sus compas mascando pinang (nuez de betel) y escupiendo constantemente. Los indonesios se
encuentran instalados en el interior de sus tiendas, o en sus puestos
ambulantes de comida rápida. Los taxistas de la Terminal son la mayoría también
indonesios.
Al atardecer
la gente se congrega en el murito en la avenida de la playa, frente al
aeropuerto -de paso se puede sentir algún que otra avioneta sobrevolar las
cabezas-, mientras charlan o comen de los puestos ambulantes de Bakso (sopas
de fideos y bolitas de surimi de carne o pescado), Gorengan (frituras de diversas verduras), Siomay (sopa
de queque de pescado y salsa de cacahuete), Arroz o Fideos con verduras, Frutas
variadas troceadas, Piñas asadas, Cacahuetes, Chucherías, Refrescos,... Una vez
concluida la comida, de lo que sea, todos los restos son arrojados a la arena
de la playa. Que bonito!!.
EL Surat Keterangan Jalan es una hoja de papel
sellada por la comisaría de policía de la ciudad o pueblo por el que se pasa
que autoriza a transitar por la zona a todos los viajeros que la soliciten. A
veces piden dos fotografías - otras no es necesario- , fotocopias del pasaporte
y del visado de entrada. Normalmente me lo han tramitado jóvenes oficinistas de
la comisaría, de paisano, que muy amablemente en cuestión de media hora lo han
gestionado en el ordenador. En alguna ocasión me han pedido dinero pero me he
negado a pagar ya que la tramitación es "Gratis" (se dice
igual que español), aunque hay policías que suelen insistir mucho para engañar
a los turistas despistados. Hay que negarse a pagar y de esa manera no se
alienta la corrupción. Precisamente estos días está saliendo mucho en TV el
tema de la corrupción debido al Día Internacional contra la Corrupción -y que
han detenido a varios políticos locales de la oposición, que casualidad-. El
caso es que de momento no he pagado por él. Cruzo dedos.
Siguiendo mi búsqueda por las Terminales de Taksis intentando encontrar transporte hasta Eranotali, algunos taxistas me han dicho que no
estaban dispuestos a arriesgar sus vidas ahora viajando hasta allí debido
a las acciones de la Organización Independentista de Papua (OPM)
que llevan a cabo contra los inmigrantes indonesios que trabajan en Papua,
y más concretamente contra estos transportistas. Pero no me lo he terminado de
creer. Casi todos hablan de boquilla, de lo que otros parecen que han escuchado
por ahí. En cualquier caso, hay que dar con las personas adecuadas que conocen
quienes hacen ese trayecto, pero nadie parecía saber dónde era posible
localizarlos.
Por lo tanto, sigo la ruta pensada y mi próximo destino será Jayapura donde
intentaré conseguir ampliar el visado indonesio por un mes más, tramitar el
visado de entrada a Papua Nueva Guinea, y según el tiempo que tarde
todo esto pasar las navidades en algún poblado del interior, espero que pueda
ser en el Lago Sentani o en alguna playa cercana.
Inch'Alla