7/12/12

Buscando Arte Rupestre (Kokas y Kaimana)

Una vez confirmado que no podía seguir la carretera desde Enarotali hacia Wamena por no estar permitido a los turistas, la opción siguiente sería sustituir esa ruta por otro destino. Debo estar en Jayapura antes del día 12 para ir tramitando la ampliación del visado que tengo de 60 días, que por esas fechas caduca, por otro de un mes más y así continuar tranquilamente recorriendo los poblados del Valle Baliem, mi destino más ansiado. De paso sigo aprendiendo bahasa indonesia que me hará mucha falta para realizar las caminatas que quiero hacer por allí con guías locales, si es posible.
Desde Yapen la conexión con Nabire se limita a un barco de línea (Pelni), cada dos semanas, que en mi caso ya había salido. Otra posibilidad es el avión, mucho más caro porque hay que regresar obligatoriamente a Biak para luego esperar la salida de otro con aquel destino. Sin embargo, otro barco salía estos días con dirección a Manokwari, una ciudad con mejores conexiones, y pensé que sería una buena ocasión pasar allí, otra vez, unos pocos días recopilando información de precios y posibilidades de viajar por la otra parte de Papua.
Esta vez me he quedado en el céntrico hotel Lin (150.000 Rp./cama amplia, TV, baño y climatizada), el más económico de la ciudad, muy bien cuidado y abierto las 24h., por lo que me dirigí a él nada mas llegar el barco al muelle a la 1 de la mañana.
Mientras pensaba mis siguientes destinos he aprovechado para visitar la isla Mansinam, conocida por sus tranquilas playas de blanca arena coralina pero aún más por ser destino de turismo religioso. Hace más de 150 años dos misioneros evangelistas alemanes (C.W. Ottow y Johann Gottlob Geisser) desembarcaron en esta isla para proclamar el evangelio en nombre de su "Señor" entre los papues, convirtiéndose entonces en el embrión de la iglesia cristiana evangélica de Papua y ahora la iglesia cristiana más grande de la provincia.   
Se encuentra a casi 3km. de la costa y se accede en embarcación local (5.000Rp.) desde la playa Kwawi, a la que se llega en transporte público compartido (3.000Rp.). Un pantalán de madera sirve de embarcadero para las distintas canoas que se dirigen también a otras islas como Lemon y Raimuti.
La isla recibe a los visitantes con su enorme cruz blanca que conmemora aquel hecho acaecido el 5 de febrero de 1855. Es posible encontrarse con muchas reliquias religiosas relacionada con la historia del cristianismo en la isla, incluso un pozo de agua dulce que se utilizaba para bautizar. Varias aldeas de pescadores la habitan y algunos de sus pobladores aceptan visitantes en sus casas para que se puedan quedar unos días para compartir y disfrutar de sus labores diarias. Muchos peregrinos papues se acercan hasta aquí principalmente los fines de semanas para desarrollar sus encuentros doctrinales. 
Varios senderos conducen hasta distintas calas donde se puede nadar aunque la profundidad es escasa y cantidad de desechos de los nativos flotan en sus aguas debido a que toda su basura la tiran al mar. Dependiendo de la dirección del viento es mejor elegir un lado u otro de la isla para pasar el día de playa disfrutando de sus transparentes aguas.
Haciendo cuentas he decidido dirigirme hacia el suroeste para visitar las pinturas rupestres de FakFak Kaimana. Así que sacaría un nuevo Permiso de Viaje (Surat Jalan) para esta parte del país.
Atrás quedaría la ciudad de Sorong y el mundialmente conocido Raja Ampat -uno de los mejores lugares del mundo para hacer inmersiones por sus corales y su vida subacuática- porque sus prohibitivos precios no me motivaban nada, pues reventaría mi presupuesto del viaje. Aunque una opción menos cara sería acceder desde el muelle de Sorong a la isla Waisai, en embarcación local de línea regular, que lo hace una vez al día, (120.000 Rp.) y hospedarse en un hostal familiar, -Surya hotel-, en el pueblo Waigo (150.000 Rp con 2 camas), y realizar las inmersiones con Waiwo Dive Resort, la empresa menos cara (350.000 Rp.c.u./haciendo al menos 10) de las instaladas en la isla. Esas inmersiones se realizan muy cerca de su costa y los corales no son tan atractivos como los de las otras islas. Navegar más lejos haría subir los precios en varios millones de rupias, aparte hay que dirigirse todas las veces a W.D.R. en Ojek (50.000Rp./trayecto de 15min.). Y encima, ahora, hay un nuevo impuesto obligatorio de 1.000.000 Rp. (aprox. 85€) solamente por visitar la Reserva Marina de Raja Ampat, que lo hace aún más prohibitivo. Hace varios meses que ha subido el doble de su precio anterior.
Para viajar a otras islas conocidas por sus inmejorables corales y vida subacuática hay que alquilar una embarcación que puede llegar a costar hasta los 10.000.000 Rp. (> 850 €) dependiendo de la distancia a recorrer (isla Wayag, por ejemplo), ya que la gasolina allí es carísima. Muchos turistas suelen venir con un paquete de agencia ya contratado a pasar entre una y dos semanas viviendo todo el tiempo en el barco, recorriendo muchas de las islas, haciendo inmersiones y algunos paseos por el interior de las islas. Los precios suelen superar los 5.000€ dependiendo de las comodidades del barco, el tiempo de viaje y las inmersiones.
Mi siguiente destino, pues, sería FakFak, un pueblo costero asentado en la península Bomberai, justo al suroeste de Papua. Hay que hacer una escala en Sorong y cambiar de avión para llegar hasta ella. Nuevamente las vistas desde la ventanilla de los innumerables islotes deshabitados con hermosas playas de arena coralina, rebosante de vegetación, corales sumergidos y el mar color azul-turquesa que las rodean hace que la visión desde las alturas sea inconmensurable.
Aunque la población de FakFak mayoritariamente es indonesia, viajar por su interior aún se puede encontrar emplazamientos de nativos, aunque muy pocos. La política de transmigración que sigue realizando el gobierno por toda Papua está relegando a la población local a un segundo plano. Sin duda alguna, el gobierno no quiere más manifestaciones independentista de los ciudadanos papues, así que cuanta mayor cantidad de indonesio se puedan instalar aquí será mucho mejor para controlarlos.
El principal motivo que me ha traído hasta aquí ha sido visitar el poblado Kokas que tiene cantidad de reliquias de la 2ª guerra mundial en forma de cuevas utilizadas como refugio por los japoneses y armamento abandonado, pinturas rupestres -aún sin detallar la fecha exacta-, sepulturas abiertas en acantilados, cuevas con estalactitas, una mezquita muy particular y algunos interesantes y pintorescos poblados de pescadores.
La ciudad (Kota) es bastante remota, montañosa, tiene una hermosa vista de suaves pendientes que llegan hasta el mar intercaladas con acantilados de escarpadas rocas y varios islotes desabitados con hermosas playas llenas de cocoteros, enormes árboles y abundante vegetación. Al ser de grandes pendientes, la ciudad tiende a adentrarse hacia las colinas en forma de pequeños barrios de calles con mucho desnivel que la hace cansina de caminar. Hay que coger constantemente Ojeks (4.000Rp./trayectos cortos) o sus Mikrolets (minibus) para desplazarse de un extremo a otro (3.000Rp.).
Sólo puede ser visitada en barco o en pequeñas avionetas -Twin Otter, Donnier 328 o CN 235 - pues la pista de su aeropuerto -que se encuentra sobre una colina- es tan corta que los pilotos deben tener mucho cuidado en el aterrizaje. En nada se llega al final de la pista donde un barranco espera a los aparatos que no han realizado la maniobra correctamente.
La armonía con la que viven sus vecinos, de amplia diversidad religiosa, principalmente musulmana, católica y protestante, es de destacar pues no existe ningún desafecto entre ellos, a pesar de sus diferentes creencias.
La belleza de las playas en FakFak por la tarde no está muy lejos de la del crepúsculo en Sorong, famosa por Raja Ampat y sus fabulosas puestas de sol.
Llegar hasta Kokas es bastante sencillo. Hay que dirigirse tanto en Ojek o en Mikrolet hasta el Terminal Kokas, en la parte más alta de la ciudad, y desde allí esperar a que se llene otro Mikrolet (20.000Rp.) para que salga con dirección a la parte N. de la península (42kms./45min.) a través de una carretera que se adentra entre deslumbrantes bosques de altísimos árboles y muchísima vegetación. En algunas partes se está acondicionando ya que cada vez que llueve mucho, suele haber continuos desprendimientos de sus laderas, muy machacada por los cortadores de árboles, que están haciendo un gran estropicio en esta zona por la enorme demanda de madera para la construcción. Allí mismo los talan y a serruchazos hacen perfectos cortes de listones de madera. Son unos máquinas estos cabrones!!. Una vez cortados los amontonan a un lado para luego transportarlos o venderlos allí mismo. No es raro ver algún motorista cargando al hombro varios largos maderos mientras conduce sólo con la otra mano.
Un vez en Kokas hay que llegar a un acuerdo con algún pescador para que alquile su embarcación durante las varias horas que dura el paseo por los islotes y los poblados de pescadores que se encuentran en algunas hermosas calas. Todo depende del poder de negociación, pero por menos de 1.000.000Rp. no suelen sacar sus embarcaciones. Se ve que por aquí vienen grupos de turistas que pagan desorbitadas cantidades por realizar el tour correspondiente. Tras media hora de regateo conseguí un longboat con motor de 15cv. por 800.000 Rp./cuatro horas de recorrido. Me interesaba llegar hasta el poblado Foire donde se encuentra uno de los varios cementerios al aire libre donde se puede contemplar huesos y cráneos.
Aunque hay una embarcación que sale tres veces al día con dirección Darelbang y cuesta entre 20.000-30.000 Rp., no se puede llegar a ver bien todos los lugares interesantes pues todo está entre las islas Sekau, Andamata, Ugar, Fior, Forir y Darelbang.
Otra opción sería dormir en algún poblado de pescadores y volver a coger la embarcación pública al día siguiente tras disfrutar del mismo en comunidad, pues aún mantienen su vida tradicional, aunque la ropa moderna ha llegado hasta aquí desde hace mucho tiempo.
Durante el recorrido se puede ver pinturas sobre algunos de los acantilados de los innumerables islotes que van apareciendo a la vista: Andamata, Fior, Forir Darelbang. Pinturas con diferentes representaciones, principalmente manos, animales, armas y dibujos geométricos realizados, en una altura media entre 10-30mt. sobre el nivel del mar, con tinte rojo natural por algún grupo de ancestrales habitantes.
Cerca de Forir hay dos antiguos cementerios con huesos y cráneos a la vista sobre la pared de unos islotes, visible y accesible solamente desde el mar. Otros cementerios musulmanes, muy pintorescos, más recientes están situados en pequeñas calas rodeadas de palmerales, árboles y enormes plantas, o en los acantilados de otros islotes.
Aunque en realidad hacer muchos kilómetros para ver esto no merece la pena, a no ser que sea muy amante del arte rupestre y todas esas cosas. A mi no me impresionó en absoluto.
Según me han comentado, parece ser que en la isla Arguni se encuentra todavía un rey local que gobierna.
El poblado Fior me pareció de los más pintorescos, con una población aproximada de 80 personas viviendo en una hermosa cala donde casas de madera sobre estacas armoniza con otras más modernas de ladrillos y ventanas con cristales, una mezquita en el centro y ancha avenida de arena que va de un extremo a otro del poblado. Está bastante limpio, con césped cuidado y plantas de colores que engalanan su entorno. Es idóneo para pasar unos días disfrutando del mismo.
Ya de vuelta, el último lugar que visité fue la mezquita en el poblado Patimburak, una inusual construcción de estilo europeo del s.XIX, a la que se llega pasando por extensas junglas de verdísima vegetación.
La vuelta a "kota" hay que hacerla antes de las 5 de la tarde, pues se puede no llegar a coger el último mikrolet y parece ser que no hay lugar donde dormir. En FakFak tuve que pasar por la policía para que me hicieran el Surat Jalan correspondiente. Me dijeron que debía pasar por la oficina policial de Kokas para que me "controlaran" pero al llegar no había nadie. Estaba abierta pero nadie en su interior. Tras un buen rato esperando decidí marcharme sin comunicar mi llegada. Cada vez que tengo que visitar la policía por cuestión del S.J. me da mucha grima. Lo que puede ser un trámite de 10min. se puede llegar a convertir en varios días de espera. Y es que estos policías indonesios trabajan demasiado poco.
Una visita agradable son las cuatro playas de Pasir Putih a media hora de trayecto en Mikrolet desde la Terminal en Seberang (5.000Rp.) Playas de blanquísima y fina arena coralina, con el agua completamente clara y limpia con infinidad de árboles y palmeras que llegan hasta la orilla. Lástima que el poblado sea tan sucio como todos los demás. Buen lugar para pasar todo el día gracias a las sombras que producen algunos enormes árboles. La vuelta a "Kota" fue casi de suerte ya que había preguntado por los Mikrolet que pasan de vuelta y me habían dicho que "pasaban muy a menudo", me confié y me quedé hasta algo más de las 5 de la tarde, algo que no suelo hacer nunca, aguantar hasta tan tarde en un lugar lejano de donde me quedo a dormir. El caso es que estuve esperando para coger uno casi dos horas ya que, sí, pasaban a menudo pero todos llenos. Así que tuve que subir a un Ojek (25.000Rp.) hasta Seberang y desde allí, ya de noche, un Mikrolet hasta "Kota". Casi me tengo que quedar a dormir en Pasir Putih, aunque cama no me faltó pues la señora que atendía la tienda donde esperaba el transporte me ofreció dormir en su casa hasta el día siguiente que pudiera coger un mikrolet y regresar a kota. Cosas del viaje.
Al sureste de Fakafak, a unos 45min. de avión se encuentra la alargada ciudad Kaimana, famosa en Indonesia por sus puestas de sol sujetas a muchas conocidas canciones de amor compuestas por algunos de sus habitantes, sus pinturas ancestrales, sus hermosas bahías, sus islotes, sus corales y su sencillo acceso a los bosques que se encuentra tras los acantilados justo detrás de la ciudad.
El aeropuerto, este sí que es grande, se encuentra a unos siete kilómetros de "Kota" y el transporte al centro se puede hacer en Ojek (15.000Rp.).
Aunque la ciudad en sí no tiene nada de especial, los varios barrios junto al mar que se encuentran en la larga avenida que va hacia el aeropuerto, el pequeño mercado (Pasar Baru) y sus tienditas, la hace acogedora por la mañana o al atardecer cuando pasear por ahí con menos calor ofrece sus mejores momentos.
Moverse por la ciudad es también muy sencillo en Taksi, en Ojek, o en Becak, este último un medio de transporte lento pero seguro (a veces), muy singular en muchos lugares de Indonesia. Se trata de una bicicleta que empuja un carrito para dos personas -a veces más-, compras del mercado, o cajas que alguien necesita llevar a algún sitio. El que pedalea, sufridor los días centrales de mucho sol, se lo curra de lo lindo a más no poder. Aparte, tienen mucha competencia ya que son innumerables aquí en Kaimana. A primera hora de la mañana es cuando más trabajo tienen ya que los niños suelen subir a este vehículo por ser el medio de transporte más económico. Y cierto es que apenas se ven estudiantes caminando hacia clase pues casi todos prefieren ir en Becak. El paseo cuesta desde 3.000Rp. según la distancia a recorrer. Pero para las largas es mejor el Ojek.
Polres, la Policía Local que sella el Surat Jalan, se encuentra en el otro extremo de la ciudad, a medio camino del aeropuerto. Tuve que ser fuerte y aguantar el mal rollo del policía que cogió mi documento porque era la segunda vez que iba y no estaba el funcionario que lo tramita. El caso es que retuvo la hoja hasta casi el último día de mi estancia. Como tenía mi número de teléfono, y tras varios intentos de citarse conmigo en el hotel para devolvérmelo pues todas las veces me encontraba de paseo por alguna parte de la ciudad, me pidió vía sms 50.000Rp. por la "tramitación burocrática", algo que me envenenó a más no poder porque ya me lo estaba intuyendo. Tanto tardar en dármelo no puede ser normal. Eso se tramita en 15min. cuando está el encargado de realizarlo, o para el día siguiente a más tardar si no se encuentra en el lugar. La cuestión es que con todo el morro del mundo volví a la oficina y aprovechando que había más policías, le agradecí a todos su atención, cogí el documento y marché sin mirar atrás. Aquél, que había sacado el documento "del sillín de su moto", se quedó fijo mirando y sin decir nada. No podía...!. HastaluegoLucaaarrrrr!!!
El sellado del Surat Jalan es gratuito y lo hacen todas las oficinas encargadas de su tramitación. A no ser que no haya ninguna manera de convencer al policía corrupto, se suele pagar entre 5.000-50.000 Rp. por él. De momento ya son dos los que me han pedido "algo", aquí y en Manokwari la segunda vez que fui en busca de un nuevo Surat Jalan. No le pagué tampoco aquella vez.
Me estoy quedando en el hotel Bicari (165.000 Rp.). La habitación tiene TV, baño, un balcón que da un sucio jardín en la parte trasera del edificio y con ventilador-climatizador, un aparato que en su momento tuvo que producir air frío pero que con el nulo mantenimiento y lo antiguo que es se ha quedado sólo en ventilador. El hotel es amplio, con anchos pasillos donde corre aire fresco, tiene muchas habitaciones, algunas con precios más caros. Supongo que con climatizador nuevo.
Poco hay por hacer en esta ciudad: pasear por el interior atravesando poblados que se pierden entre los montes o realizar costosas inmersiones en la bahía Tritón -hay un grupo de submarinistas aquí pero están de obras en su nueva oficina y no me pudieron atender-. Casi todos los vienen por aquí lo hacen con algún barco ya contratado.
Algunas tardes las paso sentado en algún puesto ambulante charlando con la gente mientras tomo Kopi Susu, un café con leche indonesio que no se cuela, el café va directamente al fondo. La leche es condensada. Están instalados junto al terreno de fútbol aprovechando que por estas fechas se está preparando una gran feria con puestos de comida, ropa, artefactos chinos a miles y juegos. 
Poco más se puede hacer, espero mi siguiente destino, Nabire para continuar mi nuevo plan marcado.
Aquí me ha traído la búsqueda de arte rupestre y cuevas en acantilados, pero la única manera de llegar hasta ellos es en embarcación local pues no hay empresas, de momento, que trabaje con el turismo. A menos de una hora se encuentra el poblado Bitsari y de casi tres horas, en las islas Namatote, Maimai y Sisir es donde mejor se expresa la rica colección de antiguas pinturas rupestres procedente de Kakadu, al norte de Australia. Su diversidad llega a ser tanto geométricas como de figuras humanas (o extraterrestres!), manos o manchas, al igual que en Kokas (FakFak).
Algo más allá se encuentra la fabulosa bahía Triton, donde muchos barcos se acercan a realizar inmersiones. El emplazamiento no es tan hermoso como Raja Ampat pero podría hacerle competencia si sus corales fueran mejores ya que sus dramáticos acantilados, cuevas y parece ser que también algunas series de pinturas son motivos más que de sobra para acercarse hasta aquí.
Encontrar al pescador que me llevó hasta el lugar fue lo más anecdótico que me pudiera suceder. Una casualidad que me puso en medio de esta galería de arte natural.
Una tarde joven conductor de Ojek que me oyó hablar con una señora de un puesto de comida, se acercó a ayudarme en algunas traducciones. En un momento de conversación le pregunté que manera habría de conseguir una embarcación para llegar hasta las pinturas. Frente a mi, junto a otros curiosos que merodeaban por mi alrededor se encontraba un anciano que no dejaba de observar y reír desde hacía buen rato, y que hablaba muy poquito inglés. El caso es que entendió algunas de las preguntas que le hacía al joven y nos dijo que su hermano tenía un lonboat (embarcación local) y que podríamos preguntarle a él si querría llevarme acordando el precio. Y así lo hicimos. Fuimos a su casa y concretamos el día y el precio (450.000Rp.). En dos días consiguió la gasolina necesaria para el viaje y preparó la embarcación.
En fin, cosas que suceden cuando uno menos se lo espera.