No es sencillo. Sigo pensando que debo tenerlo todo bien atado
para poder sacar mejor rendimiento a los días que quiero pasar entre poblados,
montañas, caminatas y trayectos en ríos para que el presupuesto no se me vaya
fuera de control.
En principio, mi proyecto sería llegar hasta Jakarta,
la capital indonesia, y desde allí volar hasta Manokwari, la parte
más oriental del país, en la isla Nueva Guinea para
visitar algunos lugares interesantes, conseguir los permisos necesarios para
moverme por las zonas que quiero alcanzar; viajar en barco hasta las playas de
algunas islas como Biak o Yapen, luego volver a navegar
hasta Nabire e introducirme en el interior para intentar
llegar, si el presupuesto y la buena suerte me lo permiten, hasta Wamena para visitar algunos poblados de las comunidades Yali y Dani; dirigirme de alguna manera hasta los Asmat, al
sur de la isla y a Merauke para ver su Parque
Nacional con una flora y fauna casi igual que el norte de Australia, luego
regresar a Jayapura y atravesar
la frontera papua-guineana/...hasta Vanimo, donde haré una primera parada para intentar surfear en
su costa si hay suficiente fuerza de mar; navegar
hasta Wewak
y algunas Islas cercanas; intentaré atravesar
en canoa parte del Río Sepik, y llegar a Madang -considerada la ciudad más bella de PNG-; visitar el Lago
Kutubu, para
dormir algunas noches en casa de los nativos; volar
hasta las Islas Trobriands para conocer de primera mano su sociedad matriarcal; regresar e intentar hacer en una semana el renombrado sendero Kokoda (si
consigo juntarme con algún grupo), y concluir el viaje por Papua
Nueva Guinea en Port
Moresby (la capital), regresando en avión a Vanimo para
volver a cruzar la frontera indonesia y desde Jayapura nuevamente
volar hasta Jakarta,
punto final de este viaje.
Todos estos planes pueden ser fácilmente modificados debido
al tiempo consumido, al climatológico y contando con que ambas Papuas son imprevisibles. Cualquier
cosa puede ocurrir inesperadamente. Puede que incluso no llegue ni a realizar
la mitad de ellos. Espero, pues, tener mucha suerte porque este viaje lo he
catalogado como "el viajazo de mi vida" tras tantos años esperando para llevarlo a cabo.
Aunque también se que he llegado hasta este lugar bastante tarde ya que lo más tradicional prácticamente se ha esfumado, y seguirá sucediendo cuanto
más tiempo siga pasando.
Por lo tanto, esto es lo que hay, y hasta aquí he venido para conseguir ver y vivir lo que la buena suerte me permita.
Nueva Guinea Occidental mi primera parada, se encuentra a sólo 3 grados al sur del ecuador y es uno de los lugares más remotos y primitivos sobre la Tierra. Situada en la mitad occidental de la enorme isla Nueva Guinea, sus dos provincias son las más grandes de toda Indonesia -alrededor de 410.000 kilómetros cuadrados-, el 75% de esta tierra está cubierta por densos bosques tropicales, representando casi el 21% de la superficie total del país. Con algo más de 1,5 millones de habitantes, tiene una densidad de población media de 2,8 personas por kilómetro cuadrado, que la hace ser la más baja de todo el país.
Algunas partes de la isla todavía no ha sido realmente
exploradas y los mapas suelen tener espacios en blanco donde no hay suficiente
información disponible para completar mas detalles. Es el hogar de alrededor de
800 de las lenguas conocidas del mundo. Su accidentado terreno significó que la
gente de una zona haya tenido poco contacto con la de otras áreas, aunque la
distancia no fuera grande.
Por lo que he leído, la gente del interior de la isla sólo
han salido de la Edad de Piedra en los últimos 30-40 años, y hasta 1950, las
herramientas de piedra era lo cotidiano. No fue sino hasta que los extranjeros
introdujeron el acero, se usaban hachas de piedra y cuchillos de hueso, pues
era todo lo que tenían. En el sur, la cacería de cabezas y el canibalismo fue común hasta una o dos generaciones atrás. La ambición religiosa
de los misioneros incluyó también el terminar con estas violentas tradiciones.
La necesidad de visitar a ciertas tribus de diferentes
culturas que poco han cambiado en cientos o incluso miles de años quizás no sea
lo más importante para mí, sino su gente, su forma de vida actual y su
entorno, como he priorizado siempre en viajes anteriores lo que realmente más
me interesa. Es un territorio de una excepcional grandeza natural y
sus selvas están entre la más salvaje y más impenetrable del mundo.
Estoy seguro que este viaje me permitirá ver y experimentar
plenamente una vieja manera de vivir, que ha sido muy poco afectada por la
globalización en algunos lugares que quiero alcanzar.
Por lo que he leído, los habitantes de las tierras altas
centrales siguen manteniendo algunas de sus costumbres ancestrales y
tradiciones. La mayoría de los cambios hasta el momento han tenido lugar entre
las poblaciones costeras, que han sido sometidas a más contactos con el mundo
exterior como consecuencia del transporte marítimo. Por eso es el centro del país
donde más me interesa "pasear".